¿Qué datos se tienen en cuenta en el cálculo del impuesto de autónomos?

Tanto si ya eres autónomo como si estás pensando en serlo, debes conocer los datos que se tienen en cuenta a la hora de calcular el impuesto. Una mejor comprensión de sus impuestos le ayudará a administrar mejor sus finanzas. A continuación, este artículo levanta una esquina del velo sobre los principales elementos considerados para determinar el impuesto a los trabajadores por cuenta propia.

Datos clave en el cálculo del impuesto de autónomos

Contador calculando impuestos en el escritorio

Hay tres datos que se tienen en cuenta en el cálculo del impuesto sobre autónomos, a saber: la renta bruta anual, el tipo de reducción y el número de cuotas impositivas.

Ingresos brutos anuales

El ingreso bruto anual se refiere a la cantidad total de ingresos que generó durante el año. Para luego determinarlo, los servicios tributarios tienen en cuenta todas las ventas, los servicios prestados y cualquier otro ingreso procedente de la actividad profesional. Éste es, por tanto, el punto de partida de cálculo del impuesto de autónomos.

La tasa de reducción

El tipo de deducción tiene un impacto directo en el importe de su impuesto. Expresado en porcentaje, se aplica sobre la renta bruta anual para determinar la base imponible. Así, el tipo de reducción varía en función de la naturaleza de la actividad del trabajador autónomo. Además, recuerda que existen dos tipos de reducción: uno para actividades comerciales, y otro para la prestación de servicios.

El número de participaciones fiscales.

El número de cuotas impositivas constituye el tercer factor que se tiene en cuenta a la hora de calcular el impuesto a los trabajadores por cuenta propia. Se basa esencialmente en la situación familiar del trabajador autónomo (soltero, en pareja, con o sin hijos). La regla de cálculo es la siguiente: cuantas más participaciones impositivas tenga, menos impuestos pagará.

¿Cómo optimizar su fiscalidad para pagar menos impuestos?

Tenga en cuenta que es totalmente posible optimizar sus impuestos para reducir significativamente su carga fiscal. Todo sucede desde la creación de tu microempresa. De hecho, en este momento, podrá elegir entre dos regímenes tributarios: el régimen de microempresa y el régimen real. Veamos cómo funciona cada uno.

la microempresa

El régimen de microempresa es la opción preferida por muchos autónomos, por su sencillez. De hecho, bajo este régimen, su impuesto se calcula en función de su volumen de negocios, con la aplicación de una reducción a tanto alzado. Este régimen es claramente ventajoso si su actividad genera un volumen de negocios relativamente bajo.

En este caso, pagarás menos impuestos. Tenga en cuenta que el impuesto se puede cobrar mensual o trimestralmente. La única limitación de este régimen fiscal es anticipar su volumen de negocios para evitar el riesgo de un tipo impositivo demasiado elevado.

El verdadero régimen

El régimen real, por otra parte, es más complejo, pero ofrece a los microempresarios una mayor flexibilidad. De hecho, con este plan declararás tus ingresos reales restando directamente tus gastos profesionales de tu facturación.

Esto significa que si tienes gastos importantes, puedes deducirlos de tus ingresos, reduciendo en consecuencia tu base imponible. Entonces le recomendamos el régimen real si considera que soportará costes importantes.