Robots asesinos llegan a San Francisco con licencia para matar

Des robots tueurs arrivent à San Francisco avec un permis de tuer

El Tribunal de Supervisores de San Francisco acaba de aprobar la última norma sobre el uso de robots por parte de la policía local. Los robots en cuestión son alrededor de una docena y desde hace algún tiempo están siendo utilizados por la seguridad local para operaciones de búsqueda y desactivación de explosivos peligrosos. Hasta ahora, el concepto aplicado al desarrollo de robots ha sido utilizar la máquina para actuar en lugar de los humanos en situaciones que podrían poner en peligro al operador, y los nuevos «robots asesinos» tendrán licencia para matar, configurando así una nuevo futuro.

Robots asesinos: androides armados

A partir de ahora, estos androides también podrán armarse para resolver situaciones especialmente riesgosas. La decisión adoptada al otro lado del Atlántico ya ha suscitado el asombro y la preocupación de nuestros conciudadanos americanos. De hecho, algunos miembros de la policía, así como asociaciones de derechos civiles, expresaron rápidamente sus dudas y temores.

La disposición fue aprobada por ocho votos a favor y tres en contra, después de que en septiembre, todavía en San Francisco, el control de los circuitos privados de videovigilancia en tiempo real fuera realizado por máquinas. Según la nueva orden, las autoridades podrán solicitar hasta 24 horas de acceso a video. Este sistema podría proporcionar mejoras de seguridad al decidir si revelar o no agentes en el campo durante un evento particularmente riesgoso, y cuándo.

Robots asesinos: un invento que no es nuevo

La noticia está en los titulares hoy, pero la idea ya se ha repetido en el pasado. El 7 de julio de 2016, un pasante fue despedido por utilizar un robot controlado a distancia para detener un tiroteo peligroso. Ese día, de hecho, el veterano de guerra Micah Xavier Johnson mató a cinco policías en Boston y la policía puso fin a su vida con una explosión controlada a distancia por una máquina.

Hoy surge la pregunta de si este uso de máquinas podría ser la clave de la actuación policial en un futuro no muy lejano. Es evidente que la decisión de utilizar estos medios no se tomará a la ligera y que sólo se utilizarán robots si no hay otros medios. Una enmienda consagró esta aclaración, así como el requisito de que sólo los oficiales de mayor rango puedan utilizarla.

¿Podremos entonces sentirnos cómodos? Hasta la fecha hay muchas dudas, pero según el supervisor Rafael Mandelman, para derrotar al crimen es necesario aprovechar todas las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías.

Un nuevo programa distópico en preparación

Los nuevos robots que podrá utilizar la policía estadounidense están a la vanguardia de la tecnología y sin duda suponen un gran avance. De hecho, según el San Fancisco Chronicles, «algunos robots actualmente en el arsenal del departamento, como el Remotec F5A, también pueden subir escaleras, levantar más de 85 libras, transitar por las aceras, investigar situaciones peligrosas y levantarse por sí mismos cuando son derribados». .

Los autómatas en cuestión han demostrado su eficacia y se utilizan hasta el día de hoy para ayudar al hombre en diversas tareas valiosas, como búsqueda de explosivos, patrullas y apoyo logístico.
Sin embargo, las máquinas aún no han sido capaces de matar, y la actualización que les permitirá realizar detonaciones remotas sólo se implementará cuando sea necesario.

Los robots serán los guardianes del mañana

Regular las máquinas de detonación autónomas es la punta del iceberg de un programa de modernización tecnológica que el Departamento de Policía de San Francisco viene implementando desde hace algún tiempo. La mentalidad con la que se abordó esta decisión la expresa bien Rafael Mandelman, quien dijo: «Hemos visto terrorismo, tiroteos en escuelas y otras cosas así, y en el siglo XXI creo que es hora de tener la tecnología adecuada, tecnología avanzada , para hacer frente a amenazas como esta.

La alcaldesa de San Francisco, London Breed, también expresó su opinión sobre las últimas regulaciones implementadas:

«En mi opinión, esta es una política sensata que busca equilibrar la necesidad de brindar a nuestros agentes de policía otra herramienta para abordar los importantes desafíos diarios de seguridad pública, con la necesidad de responsabilizar a los agentes de policía que infringen la ley».

Por supuesto, el debate no termina ahí y, a día de hoy, muchos se muestran escépticos ante estas resoluciones. En primer lugar, la privacidad de los ciudadanos puede verse restringida en el futuro y la tecnología a veces tiene desventajas si no se puede «controlar». El dilema sigue siendo el mismo que atrapó a Mary Shelly en su Frankenstein, sólo queda saber si seguir adelante con futuras mejoras o si es mejor pensar más en las posibles consecuencias.