Tecnología para la salud mental de los estudiantes
Después del brote de COVID-19, la salud mental se ha convertido en un tema candente en la educación. Los estudiantes de todas las edades, desde los cierres pandémicos, han estado luchando por volver a la “normalidad” anterior. La presión constante de “volver a la normalidad” o “recuperar el tiempo perdido” como si nada hubiera pasado también empuja a los estudiantes con ansiedad y otros problemas a mantenerse alejados de la educación.
Sin embargo, como adultos y con experiencia de vida, gestionar nuestra salud mental puede resultar difícil. Los jóvenes aún no han tenido la oportunidad de aprender todas las habilidades necesarias para navegar y recuperarse de situaciones extraordinarias de la vida que cambiaron todo para ellos.
Un hecho cotidiano:
Rene Myers, especialista en intervención en St. Paul, Minnesota, descubrió que miles de estudiantes están abandonando la educación porque han sido sometidos a diferentes tipos de trauma durante la pandemia.
Según ella, “las necesidades de salud mental de los niños están aumentando, al igual que las solicitudes de asistencia de los profesores. No se puede educar si no se aborda la salud mental, que es la base actual para el aprendizaje de los estudiantes”. Si queremos que los estudiantes transmitan esta noción a sus vidas, debemos hablar abiertamente sobre la salud mental en clase para normalizarla y tranquilizar a los jóvenes en dificultades mostrándoles que no están solos. Y eso es lo que estamos viendo ahora mismo.
En una encuesta reciente sobre salud mental realizada por Uwill y NASPA, el 93% de los presidentes de universidades de más de 130 instituciones coincidieron en que los estudiantes de hoy se sienten mucho más cómodos hablando de su salud mental que hace cinco años. Se trata de un cambio cultural fundamental que, en última instancia, beneficiará a todos, ya sea en el lugar de trabajo o en el sector educativo.
El papel de la tecnología:
La tecnología ha jugado un papel importante en esta evolución. No solo ayuda a reducir el estigma de la salud mental, sino que también asesora, apoya y conecta a los jóvenes a través de sus numerosas aplicaciones de autoayuda.
Medios de comunicación social :
Aunque el compromiso social es una parte crucial del bienestar, las redes sociales suelen recibir críticas desfavorables por razones válidas. Sin embargo, tienen la ventaja de conectar a las personas que sufren. Leer publicaciones de personas de diferentes orígenes que discuten abiertamente sus problemas les muestra que estos problemas están generalizados y alivia los sentimientos de aislamiento que puedan sentir.
Por supuesto, depender de esta ayuda no es la mejor solución. Las personas pueden encontrar materiales perturbadores o desencadenantes junto con mensajes empoderadores, lo que hace que el equilibrio sea precario. A esto se suma la “caza de me gusta”. Las personas que trabajan en el sector educativo deberían considerar cómo utilizar las redes sociales como técnica de afrontamiento con moderación, ya que se ha demostrado que dicho uso es perjudicial para la salud mental de una persona.
Plataformas de tecnología educativa:
Las plataformas de tecnología de la información en línea también desempeñan un papel importante a la hora de ayudar a los estudiantes a ponerse al día en la educación. Los estudiantes que se están quedando atrás y no quieren ir a la universidad debido a la ansiedad y otros problemas pueden obtener ayuda de expertos, soluciones de libros de texto y libros gratuitos y buscar ayuda con sus estudios cuando lo deseen. Esto evita que los estudiantes se depriman debido a su dificultad para volver a la vida normal.
Aplicaciones para la salud mental:
Existen varias aplicaciones para gestionar o apoyar la salud mental y el bienestar, y a todos nos encanta usarlas. Tener un recurso de ayuda o utilizar una meditación guiada favorita que ofrezca afirmaciones diarias puede ayudar a mantener el bienestar encaminado.
Terapia virtual:
Para las personas en apuros, no hay nada mejor que hablar con un especialista en salud mental. Sin embargo, el acceso a este tipo de consultas plantea un grave problema en muchas partes del mundo. En algunos países, es posible que algún día puedas concertar una videoconferencia en línea o una consulta telefónica, pero en otros, incluso estas opciones son raras.
En el campus, los estudiantes necesitan asistencia inmediata de salud mental. Sin ayuda oportuna, los estudiantes pueden enfrentar una variedad de dificultades. Es posible que se estén mudando por primera vez. También pueden estar preocupados por la vivienda, las finanzas, las relaciones o el empleo, o sentir presión de grupo o de expectativas académicas. La situación puede rápidamente salirse de control y los niños se sienten impotentes o incapaces de afrontar la situación.
Crear conciencia y brindar apoyo oportuno son dos de los aspectos más importantes para apoyar el bienestar de los estudiantes en entornos educativos, y muchos ahora están invirtiendo en programas como exámenes de salud mental gratuitos, contratación de profesionales en el lugar o uso de tecnología para permitir el acceso instantáneo al apoyo.